Doña Inda de A., viuda de Hostos, ha dirigido una carta al doctor Zeno Gandía, director de La Correspondencia de Puerto Rico, y formula la petición que sigue:
“Sé que en los colegios de los Estados Unidos hay becas para los jóvenes puertorriqueños que desean educarse allí, y creo que no sería difícil y si muy honroso para el país, que como un homenaje a la memoria del que tanto amó su Madre Isla, sacrificándolo todo en aras de su inquebrantable patriotismo, pidiera al gobierno americano se haga cargo de dar las carreras que desean seguir, a los tres hijos varones de Hostos, que aún no la tienen: Bayoán cumplió antier dieciocho años; Adolfo tiene dieciséis: Felipe[2] trece. Todos preparados para el bien.
Bayoán podría ser propuesto a West Point y Adolfo a Annapolis. El primero, decidido por la ingeniería, el segundo por la marina, que podría seguir en la Academia Naval de Annapolis. West Point es la Academia Militar, pero se sigue allí la ingeniería. Segura de que usted ayudará a conseguir que Puerto Rico, como cosa suya pida lo que, sobreponiéndose a su dolor de esposa pide una madre, cediendo la gloria de estas gestiones a la patria del amado compañero, le asegura su consideración más distinguida”.
Parece que el licenciado Matienzo Cintrón trabaja en el seno del Consejo Ejecutivo a fin de acceder a la solicitud de la señora viuda de Hostos.
[1] La Democracia, Año XII, martes 22 de Setiembre de 1903, p.1 Accesible vía internet: https://chroniclingamerica.loc.gov/lccn/sn90070270/1903-09-22/ed-1/seq-1/.
[2] Ha debido decir Felipo, que era el nombre del más joven de los hijos de Hostos y Belinda de Ayala.